Nos ha sorprendido mucho este ingrediente, un poco difícil de encontrar en tiendas habituales con esta presentación, y por su sabor que nada tiene que ver con las alcaparras que compramos listas para degustar.
Con esta conservación se obtiene todo el esplendor de la alcaparra justo en su momento de desgustación, sus propiedades se mantienen intactas y su sabor es prenentante, muy difícil de olvidar. La desalación es a gusto del propio consumidor pero oscila entre los 30' y las 2 h.
Un buen salmón o trucha ahumada aderezada con una vinagreta, añadiéndole por encima unas alcaparras, guindilla verde, cebolla y huevo duro es un manjar digno de los paladares más exigentes.
Es verdad, no nos podemos resisitir a tal suculento placer refrescante, sabroso, vitamínico y como no elegante.
Probádlas y seguro que repetireis .... nada que ver con lo que hemos probado hasta ahora